CLICK HERE FOR THOUSANDS OF FREE BLOGGER TEMPLATES »

domingo, 28 de marzo de 2010

Del uso al abuso, del abuso a la adicción

lamentablemente, el uso abusivo de medicamentos es un problema que está creciendo.

Cuando escuchamos hablar de adicciones la mayoría de veces pensamos en drogas como la cocaína, la marihuana , el alcohol o el tabaco pero pocas veces las asociemos con medicamentos.

Casi todos los medicamentos no suelen ser dañinos si se les administra bajo un riguroso control médico,

en el que el doctor prescribe las dosis necesarias para que incluso sus efectos secundarios sean los mínimos posibles.

siendo los pacientes ancianos los más susceptibles

La mejor manera de prevenirse contra la adicción a los medicamentos es no autorrecetárselos, consultar al médico y tomarlos sólo en las dosis indicadas.

Las benzodiazepinas son los fármacos más ampliamente utilizados para el tratamiento de los trastornos de ansiedad. Una de las afirmaciones más frecuentes es que producen adicción y tolerancia ya que cada vez hacen falta dosis más elevadas para conseguir el mismo efecto.

Adicción sin restricción

Las estadísticas apuntan a que es muy alto el número de personas que ha usado drogas médicas de manera abusiva al menos una vez en su vida. La Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes de la Organización de las Naciones Unidas, indicó en su informe de 2007 que en el mundo “los casos fatales de sobredosis de medicamentos de venta con receta están aumentando”.

Casi todos los medicamentos son productos que no son dañinos si se les administra bajo un estricto control médico, en el que el doctor prescribe las dosis necesarias para que incluso sus efectos secundarios sean los mínimos posibles.

Quienes se inyectan heroína, fuman o beben alcohol muchas veces conocen los graves peligros a los que se exponen, sin embargo los adictos a un medicamento como las benzodiacepinas puede que no sepan de las graves consecuencias que acarrean su abuso. Los analgésicos, anestésicos, sedantes y ansiolíticos son medicamentos cuyo consumo excesivo puede llevar a una adicción tan peligrosa como la de las drogas y el alcohol.

Analgésicos

Entre los medicamentos de los que más se abusa están los analgésicos, pues ayudan a calmar el dolor. Los primeros analgésicos accesibles a todos, que surgieron al final del siglo XIX, fueron las aspirinas, su aparición revolucionó el uso de los medicamentos; éstos se comenzaron a obtener con mayor facilidad.

En un la aspirina se administraba bajo orden y supervisión del médico, pero con el tiempo se comenzó a vender sin receta y estuvo al alcance de cualquiera que sintiera que la necesitaba.

Uno de los problemas más frecuentes es que nos los autorrecetamos cuando sentimos dolor, de allí provendrían las posibles adicciones y efectos secundarios. El uso indiscriminado de un analgésico puede llevar a que cada vez necesitemos una cantidad mayor para quitarnos la molestia y esto conduce a la tolerancia al medicamento. El cuerpo se ha acostumbrado a la sustancia y requiere cada vez más cantidad de ella para alcanzar el efecto deseado.

Benzodiazepinas y Drogopependencias

Hasta finales de los años 60, los síntomas de la ansiedad y el insomnio

eran tratados principalmente con barbitúricos, hace 30 años el descubrimiento de la benzodiacepina condujo rápidamente al reemplazo de los barbitúricos por uno de los grupos farmacológicos más ampliamente prescritos a nivel mundial.

Su uso terapéutico en psiquiatría incluye el tratamiento de la ansiedad, el insomnio y trastornos de pánico, aunque son usadas también como relajantes musculares, y anticonvulsionantes en el tratamiento de la epilepsia.

Las Benzodiacepinas han mostrado tener menos efectos secundarios que los barbitúricos, pero en los últimos años muchas instituciones de salud nacionales e internacionales se han pronunciado en torno a su preocupación sobre la posible prescripción excesiva de estos fármacos por médicos de distintas especialidades. Los psiquiatras ya han advertido sobre sus efectos secundarios graves y su dependencia farmacológica.

Debido a su amplio uso en el tratamiento del insomnio es uno de los grupos farmacológicos más prescritos. En este grupo de medicamentos se encuentran: el alprazolam, triazolam, midazolam, clobazam, diazepam, lorazepam entre otros.

En individuos de la tercera edad es mucho más frecuente que los efectos aumenten al doble o triple, y también aumente el riesgo de adicción.

Los efectos secundarios más frecuentes sedación y somnolencia, la alteración de la memoria y el rendimiento psicomotor.

Prevención y tratamiento

Las adicciones a los medicamentos pueden ser tan temibles y peligrosas como las que se experimentan con drogas duras. No sólo los jóvenes están en peligro de hacerse adictos a algún medicamento sino también médicos ya que hay fármacos estimulantes que ayudan a resistir las largas jornadas de trabajo y gracias a su profesión se pueden obtener fácilmente.

El tratamiento debe incluir una terapia psicológica que los ayude a luchar con la necesidad de consumir la sustancia a la que son adictos. El adicto en rehabilitación debe estar consciente de que el abandono del consumo de la sustancia trae consigo un gran malestar llamado síndrome de abstinencia y que se caracteriza por una gran ansiedad, sudor, no poder dormir, dolor e incluso alucinaciones.

Es necesario desintoxicarse paulatinamente, todo esto bajo la supervisión de un médico pues no se pueden abandonar de golpe las dosis de medicamentos.

La mejor manera de prevenir la adicción a los medicamentos es no autorrecetárselos, consultar al médico y tomarlos sólo en las dosis indicadas. Utilizarlas en períodos cortos y a la dosis mínima efectiva.

0 comentarios: